lunes, 12 de mayo de 2014

"¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

El androide estaba harto de estar sentado sin hacer nada. Una o dos veces se había asomado al libro que estaba leyendo. El calor le hacía sentirse muy torpe y adormilado; cuando de pronto una oveja eléctrica paso velózmente a su lado.


Nada extraordinario había en todo eso, y ni siquiera le pareció nada extraño oír que la oveja se dijera a sí misma: "¡Dios mío, Dios mío! ¡Qué tarde voy a llegar!... El androide se levantó de un brinco y corrió detrás de ella; justo a tiempo de ver como se colaba por un gran agujero que había bajo un seto.
El androide no tuvo ni un instante para pensar, de repente se vió cayendo por lo que parecía ser un pozo muy profundo.
Abajo, abajo, abajo. ¿Es que nunca iba a terminar de caer?...
Cuando de pronto¡bum!, fue a dar sobre un montón de ramas y de hojas secas. El descenso había concluido.
El androide se encontró en una sala repleta de puertas por todos los lados. En el centro de la sala había una mesita sobre la que reposaba una diminuta llave de oro.
El androide descubrió una puertecita de unos cuarenta centímetros de altura. Probó la llavecita de oro en la cerradura y, con gran alegría, vió que encajaba. Al otro lado se hayaba el más hermoso jardín que jamás hayáis visto.
Era inútil quedarse allí plantado, así que corrió a la mesita con el fin de hallar algo que pudiese poner solución a su problema.
Allí estaba... Un libro decorado con una cinta dorada que sujetaba una etiqueta de papel, y en letras bellamente impresas la palabra "LÉEME".

¿Fueron los "androides" apartados del "país de las maravillas"?
Con todo el cariño hacia Lewis Carroll y Philip K. Dick.

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