"La Cultura del Replicante"
"Viridiana" es una coproducción hispano-mexicana, que logró hacerse con la Palma de Oro en el festival de Cannes en 1961, después de haber tenido que hacer frente a las grandes limitaciones de la censura.
El material se recibió el día antes de su proyección, engañando a la aduana española y francesa, nadie anteriormente había visionado el metra...je. De otro modo no hubiese sido una película permitida.
El gran esfuerzo desempeñado por todo el equipo, consiguió que se pudiesen salvar las barreras impuestas. El increíble derroche de tenacidad pudo burlar cualquier obstáculo.
Desgraciadamente, después de su emisión en Cannes, L´Observatore Romano la calificó de irreverente y blasfema.
Por este motivo, Buñuel será acusado de sacrílego y la película es censurada en España hasta 1977 (después de la muerte de Franco).
El metraje desarrolla una crítica voraz hacia la religión y la imposibilidad de que se produzca el cambio social, mostrándonos una visión descarnada de la naturaleza humana.
Buñuel afirmaba que la había dirigido con una completa sensación de libertad, pudiendo reflejar, sin ningún tipo de traba, las obsesiones eróticas y religiosas que le perturbaban desde de la infancia.
No sólo es un gran director, sino que además supo plasmar con gran acierto a lo largo de toda su filmografía, su modo personal y arriesgado de ver la realidad.
Fue un hombre dotado de una increíble sensibilidad, de una visión particular y de una personalidad arrolladora.
Rebelde desde muy temprana edad, es expulsado del colegio de los jesuitas por llegar ebrio a clase.
A lo largo de su vida se mantuvo fiel a sus ideologías políticas, el mismo se llegó a declarar español republicano.
Amante del alcohol, el tabaco y los burdeles (aunque después de contraer matrimonio aseguró haber guardado fidelidad y respeto hacia su esposa).
Buñuel era un hombre tímido, pulcro y disciplinado, que estaba obsesionado con la muerte y el lado cruel de la vida.
Sus diferentes inquietudes lo convirtieron en un asiduo a los cementerios, como consecuencia de su interés por el final de la existencia y la conducta humana.
La dualidad de sus pensamientos le suponía una auténtica tortura.
Para Buñuel la libertad era un concepto utópico. Él mismo se veía luchando incesantemente como consecuencia de su condicionamiento religioso.
Como solía decir: “Soy ateo gracias a Dios”
